Reflexión: la pausa en el camino
La reflexión es una constante vital en los procesos de
enseñanza y aprendizaje. La reflexión es la pausa que necesitamos en el camino
para respirar y posicionarnos, determinar dónde estamos, adónde queremos llegar
y si vamos por buen camino.
El
aprendizaje no consiste en engullir contenidos sin más, no puede haber
aprendizaje sin la consolidación de lo trabajado y esta consolidación se
consigue mediante la reflexión, la autoevaluación tanto de los procedimientos
como de los resultados. A partir de esta autoevaluación, los alumnos descubrirán
qué les ha funcionado o no y podrán fijar estrategias de aprendizaje y proponer
mejoras en su proceso de aprendizaje.
Concretando en el portafolio del alumno, la reflexión sobre cada evidencia aportada le permitirá ser consciente de las dificultades para tratar de superarlas, a partir de las propuestas que plantee como mejora, y ser consciente de sus habilidades y éxitos con el fin de potenciarlos.
Concretando en el portafolio del alumno, la reflexión sobre cada evidencia aportada le permitirá ser consciente de las dificultades para tratar de superarlas, a partir de las propuestas que plantee como mejora, y ser consciente de sus habilidades y éxitos con el fin de potenciarlos.
Retos y acciones futuras
La motivación es otra constante vital en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Esta motivación se alimenta de aspiraciones, de retos. Cada reto es un motivo para continuar sin rendirse, es un aliciente en el proceso de aprendizaje.
Proyección
del desarrollo profesional y académico
del desarrollo profesional y académico
Todo lo anterior: reflexión, autoevaluación, plantear propuestas de mejora, motivación por la superación de retos, tener expectativas... hace que el alumno desarrolle la competencia de aprender a aprender, lo convierte en autónomo en su aprendizaje con un banco de recursos y estrategias a los que podrá recurrir en cualquier punto de su vida académica. A partir de aquí, estará preparado para proyectar su futuro académico y profesional y para perseguirlo y conseguirlo.
Entre otras ventajas que ofrece, el portafolio es un buen soporte para mostrar la evolución en el proceso de aprendizaje, lo cual permite al alumno volver al punto de partida e ir conociendo las propias dificultades y logros a lo largo de todo el proceso, es decir, le permite conocerse como estudiante (como aprendiz) y a partir de aquí realizar proyecciones futuras más objetivas y reales.
Entre otras ventajas que ofrece, el portafolio es un buen soporte para mostrar la evolución en el proceso de aprendizaje, lo cual permite al alumno volver al punto de partida e ir conociendo las propias dificultades y logros a lo largo de todo el proceso, es decir, le permite conocerse como estudiante (como aprendiz) y a partir de aquí realizar proyecciones futuras más objetivas y reales.
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